martes, 15 de marzo de 2011
LA CRISIS DE LA DEMOCRÁCIA EN EUROPA : COMUNISMO Y FASCISMO
Para el comunismo, lo fundamental es la clase. Los intereses de los individuos deben de estar subordinados a los intereses de la clase (supuestamente) privilegiada, el proletariado, y del estado que la encarna en la “dictadura del proletariado.” Esta dictadura (supuestamente breve) debe destruir a toda una clase social, la burguesía. Para conseguirlo sus integrantes deben de ser privados de todo tipo de derechos.
Tanto el fascismo como el comunismo son colectivistas porque ponen los intereses de un grupo determinado por encima de los intereses individuales.
Sólo el liberalismo es individualista porque plantea la primacía de los derechos del individuo, independientemente de raza, sexo o nacionalidad. Es por eso que el respeto a los derechos humanos es parte esencial de las ideas liberales. El respeto a los derechos del individuo es el respeto a su libertad. Y garantizar la libertad de todos conduce necesariamente al imperio de la ley y el estado de derecho.
viernes, 4 de marzo de 2011
MAQUIS, ¿QUIENES SON?

Los orígenes del maquis en España hay que situarlos en los contingentes humanos que, frente al avance de las tropas franquistas , van echándose al monte.
Estos personajes, por asi decirlo se podían encotrar en cualquier parte, en Montes de toda España, se podían econtrar encontrar en Cataluña, tanto como en Andalucia.
Luchaban contra la el fascismo.
Es en este momento cuando hace aparición la figura del “Maqui”. Existieron desde el 37 al 52 aunque los primeros no pueden considerarse exactamente guerrilleros. Eran personas que se vieron obligadas a huir a los montes por la brutal represión de los ganadores de la guerra. Los del bando derrotado eran insultados e incluso apaleados por la multitud. Cuando el ejército de Franco entraba en un pueblo los nacionalistas de allí acusaban a los republicanos, a los que se encarcelaban o fusilaban. Se obligaba a la gente a asistir a misa todos los domingos. La censura no permitía un comentario en contra del régimen.
Por todo esto se encontraban en una difícil encrucijada: No podían huir a Portugal porque la dictadura de Salazar los hubiera devuelto a Franco y desde 1940 en Francia se hubieran encontrado con la ocupación nazi, hay que recordar que precisamente ahora, 60 años después de la liberación del campo de concentración de Auschwitz miles de republicanos españoles sufrieron en sus carnes la barbarie del “holocausto”.
España se convirtió entonces en una ratonera para ellos. Sólo tenían dos opciones: Exponerse al fusilamiento o la cárcel, o echarse al monte.
Fue la época más sangrienta en la que hubo verdaderas matanzas, también por parte de los “Maquis”. Hay que tener en cuenta que disponían de poco o nada para subsistir así que el robo y el saqueo fueron frecuentes. En sus filas había también numerosos bandidos y malhechores que huían de la justicia por motivos no relacionados con la guerra.
Una pieza fundamental del movimiento guerrillero fue la figura del enlace. Eran los colaboradores en las redes de apoyo a la guerrilla. En un principio esta función la desempeñaban familiares y amigos de los huidos. Lógicamente éstos eran los primeros a por los que iban las fuerzas represivas ocasionando que varios familiares se echaran también al monte.
ENLACES...
Después la guerrilla se fue organizando creando en los enlaces un verdadero universo ideológico. Estudiantes, profesores, médicos, sacerdotes e incluso algún oficial del ejército fueron fieles colaboradores. A veces, para no levantar sospechas, se utilizaron niños y ancianas.
Cerca de 20.000 enlaces fueron detenidos en España siendo encarcelados o ejecutados.
LA VIDA EN EL MONTE
En realidad la mayoría del tiempo lo pasaban escondidos en pueblos y aldeas, nunca en grupos numerosos. Solían cambiar de vivienda a los pocos días.
Cuando estaban en el monte tenían que tomar todo tipo de precauciones:
El jabón estaba prohibido por los indicios que dejaba la espuma.
Evitaban caminos y senderos.
Enterraban los restos de comida y utilizaban leña seca para hacer fuego con poco humo.